jueves, 7 de mayo de 2009

Artavazd Peleshian

Dos trabajos extraordinarios del director Armenio, que he decidido presentar por su relación con los trabajos de los directores anteriores.
En uno se muestra un tren urbano, a mas de sesenta años de haber sido filmada Night Mail. Un tren en el que no se trabaja, pero la acción de transportar o de trasladar es la misma. Los rostros de la gente, el sonido del tren, los paisajes y la música, crean una atmósfera que es universal, no importa si lo hizo en Armenia o en algún país del mediterráneo, Peleshian retrata fiel y poéticamente a la humanidad y esa es su mayor contribución al cine.
Ambos trabajos son una revelación, un descubrimiento de la vida misma y la belleza de su principio y su final.




La imagen del bebé y del agua no tiene madre.

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