domingo, 24 de mayo de 2009

Frederick Wiseman


Frederick Wiseman nos expone a la sociedad norteamericana desde 1967 hasta nuestro días, dirigiendo una mirada crítica a las instituciones públicas de la sociedad estadounidense, ya sean o no oficiales: penitenciarias psiquiátricas, escuelas, el ejército, etc.
Fiel a los principios del cine directo, Wisemen evita cualquier comentario o intervención durante el rodaje. Su punto de vista se ejerce mediante el montaje, pero siempre deja al espectador libertad para interpretar a su manera los hechos que se le presentan.

Algunos de los puntos clave de la manera en la que trabaja son, por ejemplo:
-Puntualiza en la complejidad de las relaciones de fuerza entre los que tienen el poder y los que no.
-La verdad de las situaciones que su cámara consigue atrapar se debe a un notable trabajo de campo.
-Favorece la observación directa de los hechos.
-Es discreto, se rodea de un equipo reducido: un operador y un ayudante (él dirige y toma el sonido).
-Se toma tiempo para mirar y no teme filmar la espera, el tedio, los pequeños acontecimientos insignificantes, los tiempos muertos de la vida.
-Sus métodos de trabajo y el del documentalista son similares: sin hipótesis previa, prioridad a las observaciones y la interacción.
-Traza a menudo una frontera invisible entre los diferentes grupos sociales que se enfrentan en el seno de la institución.
-La puesta en escena de la vida cotidiana se organiza por la distribución espacial de los distintos actores de la institución. Así la mayoría de los documentales de Wiseman respetan el principio de la unidad de lugar y se dedican a detallar la realidad geográfica de la institución.

La riqueza del material requiere entonces un enorme trabajo de montaje. Ahí también se toma su tiempo, muchos meses, incluso un año para juntar los planos. El montaje se efectúa de forma instintiva pero se puede suponer que la elección de las secuencias se opera en función de su estética, de su importancia temática y de su fuerza dramática. Él explica igualmente que espera que la estructura de la película responda a lo que ha descubierto en el rodaje, no a una idea preconcebida.
Su preocupación por la objetividad y su deseo de traducir la complejidad de la realidad filmada, de escapar a todo discurso propagandístico, le llevan a tomar una distancia ante su tema que a veces es desestabilizadora para el espectador. Aunque Wiseman se cuide de implicarse en sus películas o de enunciar juicios de valor, su punto de vista se transparenta.

jueves, 21 de mayo de 2009

Mexican Pinatta!


Un poco de su historia…
A partir del siglo pasado, la piñata ha sido asociada con la cultura latina sin embargo, según los historiadores, ésta tiene su punto de origen en Asia (particularmente a China).
Se dice que que en sus viajes, Marco Polo vió cómo los chinos creaban coloridas figuras de animales cubiertas con papel, las cuales se colgaban con arreos y se usaban en las celebraciones de año nuevo.

Del otro lado del mundo, los europeos vinculan la piñata con las celebraciones de la Cuaresma. El primer domingo de ese período litúrgico se transformó en el "Domingo de la Piñata", derivado del término italiano pignatta, cuyo significado en español es "olla frágil". La costumbre se propagó a regiones cercanas como España, donde la Cuaresma adquirió el carácter de fiesta, celebrando "El Baile de la Piñata", en el cual se utilizaba una vasija de barro conocida como "la olla" que desempeñaba la función de piñata.
Con el tiempo, tal tradición cruzó el océano y llegó a América. Los misioneros españoles en Norteamérica llevaron consigo sus piñatas, cubriéndolas con papel de colores, que les otorgaba una apariencia muy llamativa pero a la vez terrorífica, con el objetivo de atraer feligreses a sus ceremonias religiosas.


La piñata adoptó una forma de satélite: una esfera con siete conos sobresalientes, cada uno con una banderola en su extremo. Dichos conos representaban los siete pecados capitales: avaricia, gula, pereza, orgullo, envidia, cólera y lujuria. Además, las frutas y caramelos en su interior eran símbolos de las tentaciones que implicaban la riqueza y los placeres terrenales.
Los participantes, vendados, recibían la orden de golpear la piñata, en un esfuerzo por combatir las fuerzas demoníacas. El garrote para destrozar la piñata, por su parte, simbolizaba la virtud. Una vez rota la piñata, el contenido de la misma era la representación del premio a los participantes por ser fieles a su fe.
Lentamente, la piñata fue perdiendo su asociación religiosa, y en la actualidad, se considera un símbolo de diversión y entretenimiento aunque conserva en diversas regiones su significación religiosa. Puede usarse en la temporada navideña o en fiestas de cumpleaños, y ya no se reserva a la cultura latina, pues personas de todas las nacionalidades y procedencias se turnan para golpear la piñata.

En México, la piñata adoptó la forma colorida con que la conocemos hoy en día. Para hacer una piñata se necesita una olla de barro que se unta con una capa de engrudo (harina de trigo cocida) para que la cubra por completo; luego, se le pegan trozos de papel periódico.Después, la imaginación y la destreza determinan las formas y los colores: estrellas, flores, barcos, loros, pavos reales, patos, borregos, burros, toros, elefantes, pescados, frutas y vegetales. También podemos encontrar negritas, reyes, aeroplanos y payasos. Hay frutas especiales para rellenar la piñata: tejocotes, naranjas, limas, jícamas, cañas y cacahuates, sin olvidar los dulces.

jueves, 7 de mayo de 2009

Artavazd Peleshian

Dos trabajos extraordinarios del director Armenio, que he decidido presentar por su relación con los trabajos de los directores anteriores.
En uno se muestra un tren urbano, a mas de sesenta años de haber sido filmada Night Mail. Un tren en el que no se trabaja, pero la acción de transportar o de trasladar es la misma. Los rostros de la gente, el sonido del tren, los paisajes y la música, crean una atmósfera que es universal, no importa si lo hizo en Armenia o en algún país del mediterráneo, Peleshian retrata fiel y poéticamente a la humanidad y esa es su mayor contribución al cine.
Ambos trabajos son una revelación, un descubrimiento de la vida misma y la belleza de su principio y su final.




La imagen del bebé y del agua no tiene madre.

Basil Wright & Harry Watt: Night Train (1936)


Correo Nocturno relata detalladamente el recorrido de un tren, desde Londres a Glasgow, mientras va parando en cada estación. El proceso es mostrado y explicado desde la carga, clasificación, su traslado y distribución. Todo hecho en pocos minutos y de manera efectiva.
Aparte de enseñar a los británicos como funciona su servicio de correos, la película tiene una estructura poética donde hace referencias, a lo largo del documental, al trabajo de Dziga Vertov. Planos cerrados de las máquinas y del mecanismo en general de como recogen, almacenan y reparten los paquetes. Planos cerrados con cortes rápidos del trabajo de los hombres que, a medida que avanza el documental, va acelerando cada vez mas.
Los realizadores crean una máquina perfecta fusionando al hombre con el tren, lo cuál es un ejemplo clásico de lo que pasaba en la mayoría de los países industrializados de la época. Esa idea del trabajo, del orden, de la efectividad, del progreso.


Éste es sólo el inicio, dónde John Grierson narra el poema "Night Mail", escrito específicamente para el documental por WH Auden.